........quedan, entre otros, algunos interrogantes en pie para después de octubre: ¿cómo se comportará la Presidenta ante las previsibles dificultades económicas que vienen? ¿Serán éstas suficientemente graves como para afectar al Gobierno y obligarle a repensar el rumbo? ¿Enfrentará ella los dilemas de Perón a principios de la década del 50 y los de Menem en el final de los 90, ante el agotamiento de sus modelos?
Tal vez el kirchnerismo se juegue el futuro según las respuestas que dé a preguntas como éstas. Es deseable que el canto de las sirenas -que esta vez sonará más fuerte que nunca- no impida a la legítima vencedora comprender los límites de su capacidad y la dificultad congénita de conducir un país cuya economía y sociedad aún tienen pies de barro.(aqui la nota del cipayo fidanza)
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